Cuando habla la experiencia
Sobre
los principales problemas de la prensa actual conversa Frank González, decano
de la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana.
por Jorge Aguirre Núñez, estudiante de primer
año de Periodismo
Ya
no guarda el periodismo secreto alguno para Frank González García, decano de la
Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y exdirector de Prensa
Latina. En su pensamiento se acumula la experiencia invaluable que solo se
alcanza con años de esforzada labor y humilde quehacer profesional.
Preocupado
por conocer más sobre las dificultades que enfrenta el periodismo en la
actualidad, acudí a su presencia en busca de respuestas, y salí convencido de
la sabiduría que en él habita. Caracterizado por su personalidad muy
extrovertida y jovial, es también un hombre con un gran sentido de la
responsabilidad y la ética. El recientemente titulado Doctor en Ciencias de la
Comunicación, responde sobre su formación como profesional.
“Al
triunfo de la Revolución yo tenía ocho años, así que formo parte de esa
generación que se benefició desde muy temprano de la obra revolucionaria en el
área de la educación. Nací en un pequeño pueblo de Matanzas donde no había
secundarias básicas, y teníamos que trasladarnos todos los días 4 ó 5
kilómetros, ya fuera en carretón o en bicicleta, para continuar los estudios posteriores
al sexto grado.
Mi
horizonte de visibilidad era hasta ese momento ser obrero azucarero, al igual
que mi padre, pero como desde la escuela primaria me interesaron mucho las
humanidades, a la hora de seleccionar una carrera decidí optar por el periodismo,
el que, como dice García Márquez, es el mejor oficio del mundo.”
Trabajó primeramente
en la revista universitaria Alma Máter
y luego comenzó en Prensa Latina,
agencia de la cual fue presidente desde 2003 a 2010. Se desempeñó como corresponsal en
Jamaica y el Caribe anglófono, en general, por seis años, y en Colombia de 1984
a 1988.
Al preguntarle sobre
los principales problemas que aquejan al periodismo actual, alega: “El
periodismo como profesión nació amenazado. Inicialmente se hacía un trabajo muy
ideológico, doctrinario y unipersonal, y no es hasta mediados del siglo XIX que
surge la empresa periodística moderna, y con ella aparecen unas estructuras
organizativas que van a marcar el periodismo por muchos años. Ante cada avance
tecnológico que afectó el campo de las comunicaciones, la prensa se fue
adaptando, surgieron nuevas modalidades de hacer periodismo.
Evolucionó
no solo por razones tecnológicas, sino por razones que tienen que ver con el
desarrollo de la sociedad. Progresó hacia formas más novedosas, hasta el punto
de que el periodismo, como lo conocemos hoy, está en crisis.
Han
aparecido nuevas modalidades en la información, como el llamado periodismo
ciudadano, y nuevos espacios, como las redes sociales, que permiten abrir a
toda la humanidad al ejercicio de la comunicación. Ya las personas no actúan
como receptores pasivos de información, ahora todos somos posibles emisores
activos, sujetos que pueden tomar la iniciativa, y esto hace que resurjan
muchas interrogantes como ¿qué es el periodismo?, y ¿qué son los periodistas?
La
prensa está hoy en un momento de desconcierto, en el que se necesita mucho de recurrir
a la academia, a las bases. Es necesario hacer un alto, un reposo, para mirar
en toda su pluralidad y diversidad la comunicación.
“El
periodismo nacional no escapa a las tendencias universales, pero el nuestro es
un modelo de prensa inacabado, que ha tropezado con muchos obstáculos. En
primer lugar, no existe ningún paradigma que nos sirva como referencia en el mundo
y que se adecue a las condiciones de Cuba. En segundo lugar, vivimos aún en un
proceso de construcción y reconstrucción de nuestro modelo de prensa.
Influyen
también las condiciones de excepcionalidad en que hemos tenido que construir esta
sociedad socialista, bajo la agresividad del gobierno de los Estados Unidos, lo
que ha marcado toda la vida política, económica y social de Cuba, y nos lleva a
crear lo que se ha dado en llamar “mentalidad de plaza sitiada”. La agresión es
real, pero cuando se hiperboliza esta sensación de plaza sitiada se produce un
cierre de la información, se restringe el acceso a las fuentes y se limita el
cúmulo de información.
Entre
las fortalezas de nuestro sistema de medios de prensa se encuentran,
primeramente, la propiedad social sobre los medios de prensa, lo que es una
gran conquista. El carácter clasista de nuestros medios, que responden a la
ideología de la clase obrera, del campesinado, el estudiantado y la
intelectualidad revolucionaria. El papel de guardián, de ojo crítico de lo que
sucede en la sociedad, que cumplen los medios; y la existencia de instituciones
de nivel superior para la formación de periodistas en todo el país.
agricultura
“Los
medios cumplen la misión de informar, pero también de interpretar, de orientar,
movilizar y educar. En Cuba, la prensa actúa a favor de esa movilización, de los
intereses nacionales. El tema alimentario en la isla es clave, la producción de
alimentos en el país, como lo ha dicho el compañero Raúl, es un tema de
seguridad nacional. Por muchas razones la agricultura nacional es aún atrasada
e ineficiente y es necesario crear conciencia productiva en el pueblo.
Es
imprescindible que los periodistas cubanos tengan como una de sus líneas
informativas principales la cobertura de la producción agrícola. El problema
está en cuando eso se lleva a la práctica, que en muchas ocasiones desemboca en
un periodismo triunfalista, con un lenguaje muy plano, que sobredimensiona
cosas, y que crea expectativas que no se corresponden con la realidad. Esos son
vicios que hay que desterrar, debemos abogar por un periodismo con responsabilidad
social, con filo, con atractivo, pero puesto en función de las mejores causas.
Mi
consejo a ustedes los jóvenes periodistas, es que deben formarse muy bien, para
que sean capaces de llevar nuestro sistema de información hacia un mejor
futuro. Recuerden que el periodismo tiene que ser una vocación, no algo que uno
escoge para ganarse la vida, y tengan presente todo lo que le debemos a la
Revolución, a la independencia de este país.
Los
retos que les corresponden son aprovechar cada minuto en esta facultad para su
formación integral. Mi recomendación es que vinculen siempre la teoría a la
práctica, que es vital, y que asuman con mucha humildad el papel que les
corresponde. Beban de los que los han precedido en el ejercicio de la profesión
y recuerden que el periodista debe ser un observador, un analista permanente.”
¿Qué siente al tener la oportunidad de dirigir la misma Academia
que lo formó como profesional?
“A
esta altura de mi vida tener la posibilidad de dirigir la Facultad de
Comunicación de la Universidad de La Habana es gratificante desde muchos puntos
de vista; en primer lugar, me permite tratar de saldar una deuda de gratitud
que tengo con esta universidad y con su claustro. Cada día lo que hago es una
forma de retribuir a esta Academia lo que ella me dio.
Para
mí lo más relevante de este año ha sido aprender cada día algo nuevo en la
relación con los estudiantes, en quienes veo la perpetuación de las ideas por
las cuales nosotros hemos luchado tanto a lo largo de los años; y aprender de
los profesores, un claustro de altísimo prestigio y enorme densidad de
conocimientos. Es un orgullo tutelar esta masa estudiantil, por la que da gusto
luchar.”
Muy buena entrevista, Felicidades
ResponderEliminar