De la Sierra de Cristal a la Web 2.0
Sus
inicios en la profesión fueron reportando desde la montaña, y ahora se
desempeña en la internet a tiempo completo. Rosa Miriam Elizalde: en la
vanguardia periodística.
por Jorge Aguirre Núñez, estudiante de primer
año de Periodismo
Sobre
el complejo mundo de los bits y los dominios de redes trabaja incansablemente
para, desde su trinchera digital, salir en defensa de la verdad y la
información certera. Un afable trato, una dulce voz y una personalidad
maravillosa, acompañan siempre a Rosa Miriam Elizalde Zorrilla, periodista y
editora de Cubadebate, y luchadora sin reposo contra la falsedad y el mal
periodismo.
Se
considera a sí misma una gran amante de la literatura, quien inspirada por su
padre, corresponsal voluntario, se interesó en la prensa como una forma de
mantenerse siempre cerca de sus afinidades literarias. Rosa Miriam, quien ha
sido galardonada ya con tres Premios Anuales de Periodismo Juan Gualberto Gómez, conserva una gran cantidad de anécdotas
marcadas por historias singulares y personas extraordinarias. Una vida dedicada
al periodismo y que tiene mucho más aún por ofrecer.
En
su formación - afirma- fue un factor determinante el haber conocido a Guillermo
Cabrera Álvarez, quien fuera, hasta su deceso, director del Instituto
Internacional de Periodismo y todo un paradigma como ser humano y profesional.
“Guillermo
fue el mentor de nuestra generación, y siempre lo he considerado mi padre
intelectual. El hecho de que fuera uno de los fundadores de Juventud Rebelde,
donde se realizaba un tipo de periodismo al que mi afición por la literatura se
acercaba mucho, y el tenerlo dirigiendo una revista como Somos Jóvenes, en mis
años de adolescente, fueron definitorios para el hallazgo de mi vocación.
“Luego
de mi graduación, formé parte del proyecto El
periodista en la montaña, puesto en marcha en 1989 como parte del Plan Turquino, en la Sierra Cristal, límite entre
Guantánamo y Holguín, lo que constituyó una de las experiencias más hermosas de
mi carrera.
“Allí
fui partícipe de momentos inolvidables, como poder encontrar, después de
atravesar más de 104 pasos de río, a una señora de más de 100 años que conoció
a José Maceo; o unos restos de cafetales que se estructuraron como los Jardines
de Versalles, o tener que trasladarme a todos lados en mulo. Viajé allí,
convencida de que la única manera de vivir el periodismo de una forma singular
y diferente, es vivirlo como una aventura, tratando de evadir siempre los
lugares comunes.
“Mis
primeros contactos con el mundo digital se remontan al 2001, cuando el
Ministerio de Cultura acudió a nosotros con la idea de hacer una revista de
literatura para la web, y aunque en ese momento no existía mucha
infraestructura de redes y nuestra experiencia con internet era poca, decidimos
asumir la tentativa pues la propuesta era interesante. Así surgió La Jiribilla.”
En
el año 2003, en compañía de Luis Báez, se le dio la posibilidad de hacer un
libro sobre la vida de Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de
Venezuela.
“Chávez nuestro surgió al principio con
la idea de hacer una biografía, pero esa era una empresa bastante difícil, por
lo que nos decidimos por otro proyecto. Fuimos en busca del Chávez hombre,
haciéndonos preguntas como de dónde salió, cómo se crió; y así entrevistamos a
muchos de sus familiares, a sus amigos, a las viejitas que lo habían conocido
de niño en Sabaneta de Barinas, pueblo donde nació. Es un libro muy querido
para mí, por esa posibilidad que me dio de llegar al detalle en el proceso
revolucionario venezolano y, en particular, en la vida de su líder. Una
experiencia única, verdaderamente.”
Trabajó
luego en Cubasí.cu, página creada por ETECSA con una concepción de gran portal
de servicios e información en la web, siendo ese un tiempo importante en lo
concerniente a su estudio de la internet y las redes sociales.
Pero
fue el año 2003 el que dio un vuelco a su vida profesional. Durante la
primavera de ese año sucedió una de las más grandes campañas del mundo contra
Cuba, cuando se encarceló a un grupo de contrarrevolucionarios vinculados a la
Oficina de Intereses norteamericana, en La Habana.
“En
agosto de ese año, un grupo de periodistas nos asociamos para constituir un
comunidad contra la agresión mediática, pero era necesario convertirnos también
en un medio de prensa. Y utilizando una plataforma sencilla hicimos Cubadebate,
como un proyecto solamente, mientras continuábamos en nuestras
responsabilidades laborales. Era un equipo dirigido por Randy Alonso, donde yo
fungía como editora jefe, y que siempre estuvo muy comprometido con la
Revolución y con Fidel.
“Luego,
cuando el Comandante en Jefe comienza a publicar sus Reflexiones, escoge como medio
a nuestro sitio, ya que una de las ventajas que tiene es la publicación
inmediata. Cuando eso ocurre, nos dimos cuenta de que debíamos tomarnos el
proyecto más en serio, tanto en el plano de su línea editorial como en su
concepción. Es entonces, en julio del 2009, cuando ve la luz la segunda versión
de Cubadebate. A partir de ahí, mi vida profesional dio un giro total: ahora
estoy siempre detrás de la computadora y las redes.
“En
la actualidad, es la página cubana más vista fuera del país, una página
desarrollada para dialogar y que contiene información vital de nuestra nación.
Algo que nos ha ayudado muchísimo es la vinculación con la Facultad de
Comunicación de la Universidad de La Habana, lo que da mucha frescura y
agilidad al trabajo de redacción.”
Siendo
una persona que trabaja directamente con el periodismo de hipermedia, se ha
visto también influida por el impacto de las redes sociales y la Web 2.0 sobre
la comunicación. Pero no comparte la idea de algunos de que en el futuro, los
avances en el campo de la informática y las telecomunicaciones llegarán a hacer
innecesaria la labor del periodista.
“Es
cierto que han aparecido más personas interesadas en nuestra profesión, pero el
nuestro es un oficio como otro cualquiera, que requiere de técnica profesional,
que necesita del contraste de fuentes, de la veracidad y la fiabilidad, y eso
no es reemplazable. No obstante, el fenómeno conocido como periodismo ciudadano
ha demostrado ser poseedor de una importancia innegable, ya que ha rescatado el
valor inmediatez de la noticia. Cuando ocurrió el terremoto en Haití, por ejemplo,
las primeras imágenes y noticias que nos llegaron fueron mediante gente con
celulares.
“El
principal impacto es que ya los medios de prensa no son instituciones
exclusivas que tienen todo el dominio de la información, sino que hoy cualquier
individuo es en sí mismo un medio. Hoy Cubadebate se alimenta también de las
informaciones que se publican en Twitter o Facebook (ejemplos de web 2.0),
aunque siempre es necesario hacer un proceso de filtrado.
“Este
nuevo ecosistema digital está revolucionando el periodismo, y según un dato que
daba recientemente Ignacio Ramonet, periodista y catedrático francés, este año
han perdido su trabajo cerca de 36 mil profesionales, víctimas de la sociedad
contemporánea. Muchos medios han tenido que cerrar o cambiar completamente a
expresarse en la internet.
“Aún
así, no creo que el periodismo esté destinado a desaparecer. Aunque actualmente
hay una audiencia mucho más activa que busca, y logra, llegar por distintas
vías a la información, el periodista siempre será necesario porque es quien
posee la técnica y la ética. Es el nuestro el oficio que la sociedad creó para
seleccionar del cúmulo de información que nos rodea, lo esencial y verídico.”
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